Por María Cuesta García
“En el pasado, eras lo que tenías, ahora eres lo que compartes”
—Godfried Bogaard
El uso de las redes sociales en los últimos años ha provocado un cambio profundo en todos los ámbitos de la sociedad. La era digital ha llegado para quedarse, no es una moda pasajera, sino una transformación duradera que ha reconfigurado la manera en que nos comunicamos y relacionamos. Millones de personas en todo el mundo han integrado las redes sociales en su vida cotidiana, afectando desde las comunicaciones hasta los vínculos sociales.
Hoy en día, todos percibimos el impacto que estas herramientas tienen en nuestras relaciones. Desde conectarnos con amigos y familiares hasta seguir las últimas tendencias y noticias, plataformas como Facebook, Instagram, Twitter y TikTok han transformado la forma en que interactuamos. Sin embargo, no debemos ignorar la otra cara de este fenómeno: el impacto que las redes sociales pueden tener en nuestra salud mental.
Efectos Negativos de las Redes Sociales en la Salud Mental
Diversos estudios han vinculado el uso de redes sociales con niveles elevados de depresión y ansiedad. ¿Por qué sucede esto? A través de estas plataformas, estamos constantemente expuestos a las vidas de los demás, lo que puede llevarnos, de manera inconsciente, a compararnos con ellos. Este hábito de comparación puede generar sentimientos de baja autoestima o insuficiencia, especialmente cuando vemos que otras personas parecen llevar vidas más emocionantes mientras nosotros estamos en casa.
Esta constante comparación es perjudicial para todos, pero especialmente para los adolescentes, quienes son más vulnerables a la presión social. Las redes sociales están llenas de imágenes cuidadosamente seleccionadas que no representan la realidad, lo que puede causar insatisfacción con la propia vida, problemas de autoestima y trastornos alimentarios.
Además, aunque las redes sociales nacieron para facilitar la conexión y comunicación, un uso excesivo puede llevar al aislamiento social. Paradójicamente, el uso inadecuado de estas plataformas puede reemplazar la comunicación cara a cara, disminuyendo la calidad de las relaciones personales y aumentando la sensación de soledad. Por ejemplo, puede resultar más cómodo tener conversaciones difíciles a través de WhatsApp o evitar confrontaciones directas, situaciones que se conocen como «ghosting».
Por último, el ciberacoso es un problema serio que afecta a muchas personas que usan redes sociales. La facilidad de enviar mensajes ofensivos de manera anónima ha incrementado la incidencia de acoso, lo que puede tener graves consecuencias psicológicas para las víctimas.
Efectos Positivos de las Redes Sociales en la Salud Mental
A pesar de los desafíos mencionados, las redes sociales también pueden tener efectos positivos cuando se usan de manera responsable. Pueden ofrecer un sentido de comunidad y apoyo social. Por ejemplo, existen grupos en línea que sirven como fuente de apoyo para personas que enfrentan situaciones similares, como enfermedades crónicas. Además, muchas plataformas ofrecen contenido educativo y recursos valiosos sobre temas de actualidad o de interés personal.
Estas redes también pueden ser un espacio para la creatividad y el intercambio de arte, música y otros proyectos personales, lo que puede mejorar el bienestar emocional.
Recomendaciones para un Uso Saludable de las Redes Sociales
Para hacer un uso saludable de las redes sociales, aquí algunas recomendaciones:
- Establece un tiempo concreto: Limita el tiempo que pasas en redes sociales. Aplicaciones como Screen Time en iOS o Digital Wellbeing en Android pueden ayudarte a controlar el tiempo que inviertes en estas plataformas.
- Elige el contenido que quieres ver: Sigue cuentas que te inspiren y te hagan sentir bien, y deja de seguir aquellas que te causen estrés o ansiedad o con las que tiendes a compararte.
- Practica Mindfulness: Mientras usas redes sociales, sé consciente de cómo te sientes. Si notas que te sientes ansioso o triste, cambia de actividad.
- Fomenta las relaciones cara a cara: No permitas que las interacciones en línea reemplacen las relaciones reales. Pasa tiempo con amigos y familiares en el mundo real, haz deporte, y practica tus hobbies.
Referencias
- Fernández, N. (2013). Trastornos de conducta y redes sociales en Internet. Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México.
- Cemborain, A. (2018). Enganchados al móvil. Revista Hacer Familia, febrero 2018, Nº 288.
- Calvo, M.J. (2018). El paso a paso del cerebro de nuestros hijos. Revista Hacer Familia, abril 2018, Nº 290.
- Setién, M. (2017). Redes sociales y adolescencia: ¿oportunidad o peligro? Madrid.
- Aguado, J.M., Feijóo, C., & Martínez, I. (2013). La comunicación móvil. España: Editorial Gedisa.
- García, S. (2018). ¿Por qué pasan tanto tiempo ahí, en su móvil? Revista Hacer Familia, noviembre 2018, Nº 297.